Declaraciones fuertes

Hay mil tentaciones disfrazadas y preparadas para aquellos que tienen la luz de la verdad, y la única seguridad para cualquiera de nosotros consiste en no recibir ninguna nueva doctrina, ninguna nueva interpretación de las Escrituras, sin someterla primero a hermanos de experiencia. Presentádsela con un espíritu humilde y dispuesto a recibir enseñanza, con ferviente oración, y si ellos no la aceptan, ateneos a su juicio, porque “en la multitud de consejeros hay seguridad” A medida que la venida de Cristo se acerque...Se levantarán hombres y mujeres, profesando tener alguna nueva luz o alguna nueva revelación que tendera a conmover la fe en los antiguos hitos. Sus doctrinas no soportaran la prueba de la Palabra de Dios, pero habrá almas que serán engañadas. Harán circular falsos informes, y algunos serán prendidos en esta trampa...No podemos ejercer demasiado cuidado contra toda forma de error, porque Satanás esta tratando constantemente de apartar a los hombres de la verdad.(Elena de White Eventos de los últimos días, pág. 93).

Tenemos mucho más que temer de enemigos internos que de externos. Los impedimentos para el vigor y el éxito provienen mucho más de la iglesia misma que del mundo. Los incrédulos tienen derecho a esperar que los que profesan ser observadores de los mandamientos de Dios y de la fe de Jesús hagan más que cualesquiera otros para promover y honrar la causa que representan por su vida consecuente, su ejemplo piadoso y su activa influencia. Pero con cuánta frecuencia los profesos defensores de la verdad han demostrado ser los mayores obstáculos para su adelanto! La incredulidad fomentada, las dudas expresadas, las tinieblas abrigadas, animan la presencia de los malos ángeles y despejan el camino para los planes de Satanás.(White, Eventos de los últimos días, pág. 160)

Quiero colocar un pequeño relato,bastante parafraseado, que sirve para ilustrar lo finito de la mente humana.

Una vez, un sabio iba caminando por la orilla del mar, sumergido en sus pensamientos, intentando comprender la grandeza de Dios, su amor, como 3=1. Mientras seguía caminando se encontró con un niño. El muchacho había hecho un pozo en la arena, iba corriendo hacia el mar con un pequeño balde, lo llenaba de agua y la tiraba al pozo. El sabio le preguntó al niño cual era el propósito de lo que estaba haciendo, a lo que el niño contesto: estoy intentando meter el mar en este pozo. El sabio largando una pequeña carcajada le dijo: es imposible, por mas que lo intentes, meter todo el inmenso mar, en ese pequeño pozo. El muchacho le dijo: como también es imposible intentar meter a un Dios tan grande dentro de tu pequeña mente.

Espero que el relato les sirva, intente ser lo más fiel posible, a veces la memoria falla, disculpen si hay algún error.